Nos encontramos atravesando un momento difícil como sociedad ante la devastadora ola de incendios que se han registrado en nuestro país, no solo se ha experimentado la pérdida material, fauna y vegetación, también hemos escuchado sobre el deceso de personas que, en la lucha por mitigar el fuego nos han dejado.
Bajo este escenario que parece desalentador, puede resultar muy difícil pensar que podríamos experimentar un momento de quietud, incluso es muy común que aparezcan una serie de pensamientos negativos respecto a la situación, como por ejemplo “esto nunca va a terminar” entre otros. Nos sucede a la gran mayoría de las personas, y guarda relación con la forma que estamos percibiendo lo que acontece a nuestro alrededor, debido a que nuestra atención se ha visto envuelta por ese hecho, secuestrando nuestra capacidad de razonar y de ver otras alternativas que nos ayuden a sobrellevar esa experiencia.
Muchas veces desconocemos el kit de herramientas personales que tenemos para hacer frente a situaciones nuevas o inesperadas, pero la buena noticia es que, disponemos de herramientas para utilizar en dichas circunstancias, una de ella se llama “respiración” ella es clave para gestionar de forma adecuada el miedo, la angustia, ansiedad, impotencia, frustración, etc.
Respirar de forma consciente nos permite cambiar nuestro foco de atención por unos instantes y a la vez limpiar el flujo de pensamientos que está emergiendo en esos momentos, al hacerlo dejamos de estar en modo emocional, logrando ver más allá de lo que acontece, logrando entregar una mejor respuesta al ambiente, contribuyendo a evitar que se acrecienten la gravedad de los hechos o que existan más víctimas que lamentar.
Si te encuentras experimentando malestar a causa de lo que está sucediendo, te invito a que te detengas en un lugar donde exista menos presencia de humo (dentro de tus posibilidades), luego busques alguna tela (prenda de ropa o similar) la mojes, posteriormente te sientes y lleves sobre la nariz y boca lo anteriormente señalado para filtrar las partículas de humo. Seguidamente cierra los ojos y lleva tu atención al aire que entra y sale por tu nariz y al exhalar hazlo contando mentalmente hasta cuatro, repite la secuencia cuantas veces lo necesites y verás que lentamente tu corazón se irá aquietando, brindándote ese espacio de calma que tanto anhelas. Repite este ejercicio cuantas veces lo encuentres necesario.
Recuerda, no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero si podemos reducir el impacto de ello en nuestra salud mental.
Todo lo que aquí señalo se realiza en un lugar en donde tu integridad y salud física no se encuentre en peligro o riesgo de accidente.
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Pamela Becerra, Co-fundadora academia de Yoga y Mindfulness. Toma contacto con ella; https://centrodibi.com/contacto/