Un estudio publicado en Oxidative Medicine and Cellular Longevity, observo que, tras 12 semanas de prácticas de yoga, se retrasaba el envejecimiento celular. El programa incluía cinco días a la semana de posturas de yoga, realizando asanas, respiraciones, pranayama y meditación. Como resultado, el cortisol se redujo notablemente y se encontraron síntomas más bajos de inflamación.
Esto demuestra que la práctica de yoga proporciona beneficios tanto para el cuerpo como para la mente, reduciendo el cortisol y aliviando el estrés y la ansiedad acumulada.
El yoga actúa a nivel del hipotálamo gracias a sus efectos antiestrés, reduciendo el cortisol. Esta hormona se libera en respuesta al estrés, produciendo una sensación de mayor bienestar en la persona. Con tan solo 15 minutos al día, el yoga evita que el volumen de materia gris del cerebro, especialmente el hemisferio derecho relacionado con las emociones y experiencias positivas disminuya considerablemente a medidas que envejecemos. Es decir, protege al cerebro del deterioro.
Además, genera un aumento en el tamaño del hipocampo, una estructura cerebral importante en la formación de nuevos recuerdos, aprendizaje y el manejo de emociones.
Daniela Jiménez Aguirre, Ingeniera en Ejecución en Administración de Empresas, San Carlos.