A menudo ocurre que al escuchar la palabra “dificultad” o “problema” es como si nuestro cuerpo recibiera la señal arranca, huye así estarás a salvo, de hecho, socialmente estas palabras tienen una connotación negativa, por eso justamente nadie quiere pasar por ello.

Evitar hablar sobre eso o arrancar, a corto plazo pareciera ser la solución, pero a mediano y largo plazo solo cronifican la situación, inconscientemente le otorgas al miedo todo el control y peor aún te mueves en base a esa señal.

Es sano sentirse encarcelado/a dentro de uno/a mismo? La respuesta es claramente no, la vida es demasiado corta para perder minutos o días sin disfrutarla. Ante este escenario qué podemos hacer? Con Mindfulness he ido tomando consciencia que la vida se compone de retos, éxitos, fracasos, comienzos, finales, dificultades, en fin, comprenderlo y dejar de oponernos a eso es un buen comienzo, hasta la mariposa antes de volar se arrastra por el suelo en forma de gusano,  la semilla tiene que caer y morir antes de dar su flor, un árbol puede ser cortado pero desde ahí aparecer un tallo nuevo y así, donde observemos nos vamos a encontrar con esta dicotomía, entre lo que suponemos que es “bueno” o “malo” “éxito o fracaso”, etc.

La práctica de Mindfulness me ha enseñado a responder ante situaciones difíciles en lugar de reaccionar, ustedes se preguntarán a que me refiero, bueno les comento que evitar o arrancar es una reacción de supervivencia innata del ser humano cuando se siente amenazado, de la que no somos conscientes y que proviene directamente de la emoción que estamos experimentando, de hecho también es necesaria en casos determinados cuando de verdad estamos en riesgo. No obstante, responder significa reflexionar sobre lo que me ocurre, por qué, para qué, cómo y desde ahí con plena consciencia accionar.

Aceptar la existencia de los opuestos, entender que hay momentos que nos podremos preparar para enfrentar situaciones difíciles y en otros habrán cosas que indudablemente le dolerán a la carne como por ejemplo la pérdida de un ser querido, permite tener una vida emocional más equilibrada, entenderás que la paz no es la ausencia de dificultades, sino la capacidad de mantenerse firme en medio de ellas, obteniendo aprendizajes que formarán parte de tu kit personal para más adelante enfrentar nuevos retos hasta que tu pasaporte en esta tierra caduque.

Si atraviesas el muro de la evitación, te darás cuenta que al otro lado hay cosas grandes y sorprendentes y también con nuevos retos, no te pierdas la oportunidad de explorar solo por tener la idea de que no sufrirás si te quedas donde estás, porque sufrir no forma parte de las circunstancias, sino de cómo estás observando el mundo.

Te invito a dar el primer paso y recorramos juntos el sendero del Mindfulness https://centrodibi.com/salud-mental/

Pamela Becerra Andana, Psicóloga 

Co – fundadora de la Academia DIBI.