La actividad física comienza en nuestra mente
La actividad física regular está relacionada con la disminución de muchas enfermedades crónicas.
En Chile y en casi todo el mundo, las enfermedades cardio y cerebrovasculares siguen siendo la principal causa de muerte, y el riesgo de padecerlas aumenta con nuestro estilo de vida, el cual generalmente tiene un ciclo similar a este: trabajo–casa–trabajo–dormir–trabajo–casa, y repetición.
Cuando estamos en etapa escolar el ciclo no es muy distinto. Agregar que comemos frente a nuestro computador, mirando el celular o viendo la televisión. ¿Qué dirían nuestros abuel@s? Una típica respuesta hubiera sido: come en la mesa y apaga esa televisión, deja ese computador y deja tu celular en otro lado, no en la mesa.
Cada vez los trabajos son frente de un computador, por lo cual pasamos la mayor parte del día sentados, aumentando el riesgo de muchas afecciones de salud, entre ellas la obesidad, la hipertensión, etc. Nuestra vida se ha vuelto sedentaria. ¿Podemos hacer algo? Claro que podemos y debemos hacerlo: respirar profundo y darnos el ánimo y el tiempo para poder llevar una vida físicamente activa. Está bien respaldado científicamente con evidencias que la actividad física regular está relacionada con la disminución de muchas enfermedades crónicas, teniendo un menor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, te habrás dado cuenta de que frases como ¨el lunes empiezo a ir al gimnasio¨ o ¨la próxima semana empiezo a cuidarme¨ y muchas otras son el pan de cada día. Muchos logran comenzar ese lunes propuesto, pero los días que siguen se les ¨olvida¨ y lo dejan. Muchas estrategias tradicionales, desde políticas públicas, difusiones en los medios de comunicación, campañas y programas, se han implementado, entre muchos otras que prometen aumentar la actividad física, pero los efectos son modestos y el mantenimiento del cambio es limitado. Sabemos que las recaídas son más fuertes, por lo que se necesita innovar en estas políticas, planes y programas para hacerlos más efectivos. Por ejemplo, introducir intervenciones basadas en la atención plena las cuales han demostrado tener resultados que se sostienen en el tiempo.
La atención plena logra profundos efectos en la salud física y mental, ayudando a la persona que la practica a que su actitud frente a la actividad física sea y se mantenga positiva. Al prestar mayor atención a nuestros pensamientos, emociones y sentimientos sin juzgarlos, reconocemos las causas reales del por qué hoy el monito que está en nuestra cabeza nos dice de manera rumiante: ¨Deja la actividad física¨, ¨hoy no tienes tiempo¨, ¨estas muy cansad@¨, ¨no lo lograrás¨, etc. Haciendo consciente esas frases y otras similares, logramos mayor persistencia en el ejercicio, disfrutando y sintiendo el beneficio, logrando vivir el momento presente y lo agradable que es dar movimiento a nuestro cuerpo, siempre de acuerdo con nuestras propias habilidades.
Yoga, el gran aliado
Hoy en día las investigaciones científicas demuestran que las intervenciones con la atención plena son efectivas para mejorar la sostenibilidad de los logros alcanzados en los planes y programas que promueven la actividad física como uno de los factores protectores para el ser humano. Incluso esto lo podemos ver en deportistas de élite que cada vez más se suman a prácticas de mindfulness, yoga, meditación y derivadas, aumentando su rendimiento y su motivación.
Es de conocimiento general que un mínimo de 30 minutos de ejercicio, tres veces por semana ayudan a nuestra calidad de vida, o 20 minutos caminando todos los días. Ahora bien, ¿qué recomienda la OMS y la OPS en Chile? ¨Aseguro que quienes realizan al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa tienen una mayor capacidad cardio-respiratoria, además de resistencia muscular y fuerza. Asimismo, disminuyen los riesgos de que tengan enfermedades cardiovasculares y también son menores los cuadros de ansiedad, depresión y hay un mayor bienestar en la salud en general. (Zohra Abaakouk, IPSUSS 2018)
Siguiendo lo anterior, el yoga es un gran aliado si lo enfocamos como actividad física propiamente tal, o como complemento de algún otro ejercicio físico que sea de nuestro agrado: correr, fútbol, tenis, básquetbol, baile, danza, otro. Combinado con mindfulness y prácticas de meditación solo quedará disfrutar del resultado y sus beneficios.
Disfruta de la actividad física que gustes y combínala con atención plena.